martes, 3 de febrero de 2009

Mes del amor... no más por favor

Cada mes significa algo dentro del mercado: enero de rebajas, marzo de entrada a clases, el incongruente abril de verano con los chicos y chicas en las aulas, mayo de lluvias, junio del padre, julio y agosto de la madre y sobre todo de la madre esclava de las tareas del hogar, setiembre de los niños y descuentos patrios (una de las ideas más ridículas por demás) octubre de promociones, noviembre de pre- navidad y el glorioso diciembre navideño consumista y esquizofrenico... Pero de todos, el mes más inaudito, el más innecesario sin duda es el febrero del amor.
Basta asomarse en las vitrinas para encontrarse los cursis corazoncitos en rosa y rojo con las horribles frases en inglés (todo lo copiamos, siempre lo he dicho) de Be Mine, sweet heart, i love you, be mi valentine y otra serie de idioteces que me dan ganas de partir en cuatro... Ay el amor, el amor al billete que tiene un montón de gente girando alrededor de una fecha tan insignificante como cualquier otra.
¿Comprar rosas el 14 de febrero? Sería como intentar conquistar el Monte Everest vestido de etiqueta... insulso, innecesario y ridículamente afectado. Siempre me he cuestionado el para qué de una fecha que solo tiene sentido si se elimina del calendario.
Yo declaro este febrero como el mes del amor al otro, dando una mano a las personas que necesitan un hogar urgente tras el terremoto de Cinchona, dando una oportunidad de salir adelante a aquellos jóvenes que por problemas de drogas no se encuentran dentro del sistema educativo, llevando alivio a las personas solas de los asilos, los alberges, escuchando a nuestras viudas, llevando cariño a los hijos solos, a las madres desamparadas... eso es amor, no la frase cliché de las cajitas de chocolates, de las rosas baratas que venden los niños explotados frente al bar 00 y la habana cada noche del mes, no con las baratijas hechas en china, korea o cualquier sitio de explotación....
¿Para qué confites en el infierno?

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