miércoles, 11 de febrero de 2009

Estoy armando un albúm fotográfico como regalo de cumpleaños para mi abuelita, descubriendo que no existe en mi familia acervo visual para recordar nuestras vidas cuando se acaben. Tengo fotos pésimas de paseos, de bebés y ya.. como si al pasar del tiempo tuvieramos que olvidar nuestras caras, nuestros deseos o las formas de ver la vida.
Cuesta entender que mientras la vida pasa ninguno de nosotros piensa que al día siguiente podemos no estar presentes, podemos partir y nadie recordará nuestras caras, nuestra mirada o la forma en la que nos reíamos...
No pretendo morir sin ser recordada por mis actos, pero tampoco quiero ser olvidada mientras la vida de los demás pasa...

0 comentarios: